- Un ataque con coche bomba en Energodar dejó un saldo fatal, siendo la víctima un alto responsable de seguridad de la planta nuclear.
- Las autoridades rusas han abierto una investigación penal para dar con los responsables del atentado.
- Este incidente se suma a las crecientes tensiones en la región y las advertencias del OIEA sobre la seguridad de las instalaciones nucleares.
El viernes, un atentado con coche bomba cobró la vida de uno de los altos jefes de seguridad de la planta nuclear de Zaporiyia, actualmente bajo control ruso desde 2022. Según el Comité de Instrucción de Rusia (CIR), el ataque ocurrió frente al domicilio de la víctima, en la ciudad de Energodar, mientras se disponía a abordar su vehículo.
El comunicado oficial indica que el artefacto explosivo detonó en el momento en que el hombre se sentó al volante. A pesar de los esfuerzos médicos, falleció en el hospital debido a las heridas graves que sufrió. En respuesta a este acto, el CIR inició un caso penal por asesinato y lanzó una operación para capturar a los responsables del ataque.
Tensiones y advertencias sobre seguridad nuclear
El difunto, Andréi Korotki, había ejercido previamente como presidente de la asamblea municipal de Energodar, en la región de Zaporiyia, que Rusia anexionó en septiembre de 2022, aunque no controla por completo. “Este es un acto terrorista horrible e inhumano. Los autores deben ser castigados. El ataque contra los encargados de la seguridad de una instalación nuclear es un paso irracional y al margen de toda lógica”, afirmó Yuri Chernichuk, director de la planta, la más grande de Europa.
Las autoridades rusas sostienen que Kiev ya había llevado a cabo ataques en el pasado contra funcionarios leales a Moscú en Energodar y en la central nuclear. Asimismo, Moscú ha acusado al Ejército ucraniano de atacar la planta con drones y proyectiles de artillería, aunque Kiev rechaza estas acusaciones. El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) ha reiterado su preocupación sobre el riesgo de un ataque directo a las instalaciones nucleares en Zaporiyia y, más recientemente, en Kursk, que está bajo control parcial del Ejército ucraniano desde hace casi dos meses.