- El cobro de 42 dólares por crucerista en puertos mexicanos se aplaza hasta julio de 2025.
- La FCCA advierte que este impuesto afectará negativamente al turismo y a las economías locales, además de disminuir la competitividad de México como destino de cruceros.
- El sector se muestra preocupado por las altas tasas que deberán pagar las navieras, además de otros impuestos.
El gobierno mexicano decidió retrasar seis meses la implementación del impuesto de 42 dólares a los pasajeros de cruceros que lleguen a puertos del país. Originalmente, la medida iba a entrar en vigor el 1 de enero de 2025, pero ahora comenzará el 1 de julio del mismo año. Aunque las autoridades mexicanas ofrecieron este retraso, la Asociación de Cruceros de la Florida y el Caribe (FCCA) expresó su preocupación, señalando que, aunque se ganó tiempo, el impacto económico de la medida sigue siendo muy negativo para el sector turístico.
Michele Paige, directora de la FCCA, destacó que el aplazamiento es un respiro temporal, pero que se deben considerar las consecuencias a largo plazo. La eliminación de una exención impositiva que beneficiaba a la industria también fue vista como un error, ya que la medida fue anunciada sin consultar a los interesados. Paige señaló que esta reforma afectará principalmente a los turistas estadounidenses y reducirá la competitividad de los puertos mexicanos en comparación con otros destinos de cruceros en el Caribe.
Además del impuesto de 42 dólares, las navieras ya pagan otros 20 dólares por diferentes impuestos y tasas en puertos mexicanos. Esto representa un aumento significativo en comparación con otros puertos caribeños, lo que podría poner a los destinos mexicanos en desventaja en el mercado de cruceros.
Por ejemplo, una familia de cuatro personas que viaje en crucero y llegue a México podría tener que pagar hasta 168 dólares adicionales en impuestos, lo que podría disuadir a los turistas de visitar el país. La FCCA advirtió que esta carga impositiva podría modificar los itinerarios de los cruceros y afectar a las comunidades costeras que dependen de este tipo de turismo.
La Asociación Mexicana de Cruceros (AMEPACT) también se mostró alarmada, advirtiendo que la medida podría generar pérdidas de empleo en sectores como el de guías turísticos, taxistas, artesanos y restauranteros, especialmente en puertos clave como Cozumel y Mahahual. La reducción de turistas afectaría las economías locales y haría que México perdiera competitividad frente a otros destinos.
Además, la gobernadora de Quintana Roo, Mara Lezama, confirmó que el cobro de 5 dólares a los cruceristas en ese estado sigue en pie, y se destinará a proyectos de infraestructura turística y un Fondo de Desastres Naturales.