En Moscú, Rusia, el presidente Vladímir Putin expresó su gratitud a los rusos por participar en las elecciones presidenciales, las cuales consolidaron su mandato por otros seis años en medio de una dura represión a la disidencia y críticas internacionales.
Los resultados, anunciados por la Comisión Electoral Central y que le atribuyen el 87% de los votos, fueron recibidos con escepticismo por líderes occidentales y calificados como una farsa. Sin embargo, Putin afirmó que el amplio respaldo reflejado en las urnas respalda el rumbo político y económico de Rusia.
Putin obtuvo la cifra más alta de votos en sus casi 25 años en el poder, con 76 millones de votos, mientras que sus rivales simbólicos, afines al Kremlin, recibieron entre un 3% y un 4% de los votos cada uno.
A pesar de la falta de alternativas reales y la ausencia de supervisión independiente, algunos rusos intentaron desafiar el resultado predeterminado al responder a una convocatoria para protestar contra la represión y la guerra en Ucrania. Sin embargo, Putin ha mantenido su dominio en la política rusa, consolidando su lugar como uno de los líderes más longevos en la historia del país.