En el marco del juicio donde se le acusa de pagar para acallar revelaciones perjudiciales, el expresidente Donald Trump se le asigno una nueva multa de 1.000 dólares por violar la orden de silencio impuesta por el juez, quien además le ha advertido sobre la posibilidad de enfrentar prisión en caso de reincidencia.
Esta es la segunda multa impuesta a Trump desde el inicio del juicio el mes pasado, sumando así un total de 10.000 dólares en sanciones económicas. La más reciente infracción surgió a raíz de una entrevista realizada el 22 de abril, en la cual Trump criticó la selección del jurado, insinuando una supuesta parcialidad demócrata.
El juez Juan Merchan expresó su preocupación ante la aparente falta de efectividad de las multas como medida disuasoria, advirtiendo que futuras violaciones podrían resultar en medidas más drásticas, incluida la cárcel.
“Las declaraciones de Trump amenazan con interferir en la administración imparcial de justicia y constituyen un ataque directo al estado de derecho. No puedo permitir que esto continúe”, afirmó el juez.
Sin embargo, Merchan también manifestó reservas sobre la idea de encarcelar a Trump, considerándola como el último recurso, dadas las implicaciones de su condición de expresidente y sus posibles futuros roles políticos.
Mientras tanto, los testimonios continuaron este lunes, centrándose en la respuesta de Trump a una grabación política perjudicial surgida en las últimas semanas de la campaña de 2016. Hope Hicks, exfuncionaria de la Casa Blanca y cercana colaboradora de Trump, brindó su testimonio el viernes, ofreciendo una visión interna de un período crucial de la campaña.
El juicio, que entra en su tercera semana, se acerca al testimonio de Michael Cohen, exabogado y hombre de confianza de Trump, quien se espera que enfrente un interrogatorio riguroso por parte de la defensa.
Trump se enfrenta a 34 cargos por delitos graves relacionados con pagos realizados para silenciar historias potencialmente vergonzosas, negando todas las acusaciones y declarándose inocente.