- Diego Santoy, conocido como ‘El Asesino de Cumbres’, ha concedido una entrevista desde prisión donde asegura que no fue el responsable del asesinato de los hermanos Peña Coss.
- En su versión, alega que cometió un delito, pero no el doble homicidio que lo tiene tras las rejas.
- La entrevista genera controversia debido a sus nuevos comentarios y al cuestionamiento de irregularidades en su juicio.
Diego Santoy Riveroll, mejor conocido como ‘El Asesino de Cumbres’, ha concedido una entrevista desde su celda en la que sostiene que, a pesar de estar cumpliendo una condena de 71 años por el asesinato de los hermanos Peña Coss, no es responsable de la muerte de María Fernanda, de 3 años, y Erick Azur, de 7 años, como lo señala la versión oficial del crimen.
La conversación, publicada este martes en YouTube y realizada por la activista Saskia Niño de Rivera, ha causado revuelo. En ella, Santoy reconoció haber cometido un delito, pero reafirmó su versión de que no mató a los niños en el suceso ocurrido el 2 de marzo de 2006 en Monterrey. “Yo sé que cometí un delito y sé que debe haber una consecuencia de ese delito”, dijo, pero insistió: “No soy inocente, pero tampoco maté a nadie”.
Santoy relató que había acudido a la casa de su exnovia, Erika Peña Coss, para hablar con ella, pero la situación se tornó violenta cuando le confesó que había tenido una relación con su madre, Teresa Coss. Según su testimonio, esto desató la furia de Erika, quien atacó a sus propios hermanos y luego se autolesionó, lo que contradice la versión oficial en la que se le acusa como responsable de los homicidios y de agredir a Erika, además de amarrar a la empleada doméstica.
Santoy insiste en que su juicio estuvo plagado de irregularidades
A casi 20 años del crimen, Santoy asegura que su declaración fue obtenida bajo tortura y que otras personas que él había señalado como responsables nunca fueron citadas a declarar. “Hay que preguntarle al juez por qué nunca se hizo”, comentó desde el penal de Cadereyta, Nuevo León. Además, sugirió que Teresa Coss, madre de Erika, tenía influencias políticas que habrían afectado el desarrollo del caso, respondiendo afirmativamente cuando se le preguntó si la mujer tenía vínculos con personas influyentes.
Este testimonio, que ha generado controversia, fue grabado hace unos años, ya que Santoy hace referencias a la edad de su hijo y al uso del cubrebocas, lo que indica que la grabación tuvo lugar durante la pandemia de Covid-19. Además, se mencionó la reapertura de su caso en 2020, cuando el Tribunal Superior de Justicia anuló la sentencia original de 138 años de prisión que le había sido dictada en 2011, reabriendo así el caso. En marzo de 2021, su sentencia fue ratificada, resultando en 71 años, siete meses y 27 días de prisión por homicidio calificado, homicidio calificado en grado de tentativa, robo calificado y privación ilegal de la libertad.