La senadora de Movimiento Ciudadano (MC), Laura Ballesteros Mancilla, ha presentado una denuncia ante la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA), entidad especializada en la persecución de delitos relacionados con hidrocarburos, dirigida hacia Petróleos Mexicanos (Pemex). Esta acción busca que Pemex rinda cuentas por los presuntos perjuicios a la salud y al entorno ecológico derivados de las operaciones de las refinerías ubicadas en Cadereyta y Tula, dos instalaciones ubicadas en las zonas metropolitanas más grandes del país.
Según la legisladora de la Bancada Naranja en el Senado de la República, aproximadamente 30 millones de mexicanos se ven afectados por las actividades de estas dos refinerías. La senadora destaca la falta de atención por parte de las autoridades federales para mejorar los protocolos de transición energética y proporcionar el mantenimiento necesario para abordar los problemas actuales en estas instalaciones.
Ballesteros Mancilla hace hincapié en los resultados de estudios, como el de ProAire, que indican que la refinería de Cadereyta está emitiendo hasta un 80% de óxido de azufre, una sustancia altamente contaminante que se vincula con enfermedades cardiovasculares, pulmonares e incluso cáncer pulmonar en la población infantil. Además, se señala que estas instalaciones están generando aproximadamente el 30% de partículas PM 2.1 y PM 4, debido a la falta de atención en el mantenimiento de las calderas y al uso de gas de combustible en lugar de combustóleo.
La senadora menciona que organizaciones como Green Peace y el Instituto Mario Molina han instado a Pemex a abordar estos problemas para proteger la salud de la población, sin que la empresa haya tomado medidas significativas.
Ballesteros sostiene que las autoridades deben asumir la responsabilidad de abordar esta situación. Desde la ASEA, se espera que intervengan para investigar lo que está sucediendo en las dos refinerías, desarrollar protocolos para prevenir la contaminación, mejorar los procedimientos y avanzar hacia una transición justa y comprensiva que lleve a estas refinerías a modelos más sostenibles y de energías verdes.
La senadora concluyó afirmando que desde el Senado estarán atentos a las respuestas de la ASEA, que podrían incluir sanciones económicas, clausuras y reparación del daño para los habitantes de las Zonas Metropolitanas del Valle de México y de Monterrey.