- Estados Unidos impone un nuevo arancel del 10% a las importaciones chinas.
- México podría beneficiarse temporalmente en su comercio con EE.UU.
- La medida se da en el contexto de la guerra comercial entre Washington y Pekín.
Los nuevos aranceles aplicados por Estados Unidos a China a partir de hoy abren una ventana de oportunidad para México en el mercado estadounidense. Este martes las aduanas estadounidenses comenzaron a cobrar una tarifa adicional del 10% sobre todas las importaciones procedentes de China.
Desde 2018, Estados Unidos y China han mantenido una disputa comercial debido a acusaciones de transferencia forzada de tecnología, robo cibernético de propiedad intelectual y prácticas comerciales desleales por parte del gigante asiático. En respuesta, Washington impuso aranceles a importaciones chinas por 370,000 millones de dólares, mientras que Pekín respondió con gravámenes sobre bienes estadounidenses valorados en 110,000 millones de dólares.
México ha sido uno de los beneficiados indirectos de esta guerra comercial, consolidándose como el principal socio comercial de Estados Unidos en 2023 y 2024, desplazando a China. Entre enero y noviembre de 2024, las exportaciones mexicanas a EE.UU. alcanzaron los 466,626 millones de dólares, mientras que las estadounidenses sumaron 309,421 millones, dejando un superávit de 157,205 millones de dólares para México.
El impacto de los nuevos aranceles dependerá de las negociaciones entre el presidente estadounidense, Donald Trump, y su homólogo chino, Xi Jinping, quienes tienen programada una reunión este martes. También influirá la decisión de Washington sobre la posible reactivación de un arancel general del 25% a productos mexicanos, actualmente suspendido por 30 días.
Según estimaciones de la firma británica Capital Economics, los nuevos gravámenes de China afectarán aproximadamente 20,000 millones de dólares en importaciones estadounidenses, en comparación con los 450,000 millones de productos chinos que ahora están sujetos a aranceles en EE.UU.
En respuesta a las medidas de Washington, China anunció impuestos del 15% al carbón y gas natural licuado (GNL) estadounidense, además de un 10% a productos como petróleo crudo, equipos agrícolas, camiones y autos de gran motor provenientes de EE.UU. Asimismo, Pekín inició una investigación antimonopolio contra Google y puso a empresas estadounidenses como PVH Corp (propietaria de Calvin Klein) y la firma de biotecnología Illumina en una lista de posibles sanciones.