En 2023, Petróleos Mexicanos (Pemex) se posicionó como la séptima empresa petrolera más riesgosa a nivel mundial en términos medioambientales, según la plataforma internacional Sustainalytics. Además, ocupó el decimotercer lugar entre las empresas más peligrosas de diversos sectores industriales, de un total de 16,173 compañías evaluadas.
El director de Pemex, Octavio Romero Oropeza, ha visto a la empresa entrar en el Top 10 de las petroleras más contaminantes debido a sus elevadas emisiones de metano, que han mostrado una tendencia creciente a pesar de la disminución en la producción de petróleo. Según México Evalúa, desde 2014 existe un fuerte contraste entre el aumento de las emisiones de metano y la producción en barriles de petróleo de Pemex, lo cual indica un patrón preocupante.
Entre 2014 y 2022, la producción de petróleo de Pemex se redujo en un 66.08%, mientras que las emisiones de metano se dispararon a partir de 2019. En 2022, la producción de metano alcanzó las 779.5 mil toneladas (MtCH4), un 4.3% menos que en 2021, pero un 76.19% más que en 2018. A pesar de esta reducción anual, la tendencia general sigue siendo al alza.
Accidentes y Derrames Recurrentes dentro de PEMEX
Además, desde 2018 se han reportado recurrentes fugas, derrames y accidentes. La organización Causa Natura informó que entre 2018 y 2021, Pemex registró al menos 176 fugas de crudo, aceite y gasolina, y este número aumentó a 234 incidentes entre 2018 y 2022.
Comparando a Pemex con otras empresas del sector, en 2022 la petrolera mexicana emitió 97.44% más metano que OMV AG, 96.26% más que SaudiAramco, y 65.21% más que cinco empresas similares juntas. De hecho, Pemex emite ocho veces más metano por cada 1,000 barriles de petróleo equivalente que empresas como Exxon, OMV AG, Total Energies SE y Shell, y 83 veces más que SaudiAramco.
Estas cifras subrayan la urgencia de abordar los problemas medioambientales de Pemex para reducir su impacto negativo en el entorno y mejorar su sostenibilidad a largo plazo.