- A pesar de la desaparición forzada de 66 personas en Culiacán, Sonora, el crimen organizado emite un comunicado a través de narcomantas, negando la existencia de una guerra en Sinaloa y prohibiendo actividades delictivas como robos, extorsiones y secuestros.
El crimen organizado, presuntamente representado por Iván Archivaldo Guzmán, hijo de “El Chapo” Guzmán, desmiente la existencia de una guerra en Sinaloa y advierte sobre la prohibición de actividades delictivas en la región, a través de narcomantas colocadas en diversos puntos de la ciudad.
Ciertos grupos delictivos utilizan las narcomantas, que llevan las siglas ‘IAG’, como medio de comunicación para transmitir mensajes, amenazas o simplemente para marcar territorio. En este caso, las mantas revelan información perturbadora sobre personas desaparecidas. Según las mantas, estas personas desaparecidas tienen vínculos con individuos involucrados en actividades delictivas, como robos y extorsiones a la población.
Estos hallazgos son un recordatorio sombrío de la realidad que muchas comunidades enfrentan hoy en día. La presencia de estas mantas y la información que contienen no solo causan miedo, sino que también plantean preguntas sobre la seguridad y el bienestar de la comunidad.
Junto al mensaje, se exhibieron los rostros de supuestos líderes de robos a viviendas en Sinaloa, incluyendo a funcionarios como Ramón Alberto Báez Ochoa, policía ministerial; Christian René Roldán López, de la Fiscalía General de la República; y Eduardo López Gutiérrez, alias “El Walo”, y Óscar Pérez Gutiérrez.
El presidente Andrés Manuel López Obrador sugirió que las desapariciones forzadas podrían estar vinculadas a conflictos entre grupos criminales, aunque las investigaciones aún continúan. López Obrador expresó su solidaridad con las familias afectadas y su deseo de que los desaparecidos aparezcan sanos y salvos.