El viernes pasado, se reportó el fallecimiento de Alexei Navalny.
A la edad de 47 años, encontró su trágico final mientras cumplía una sentencia de 19 años por delitos que muchos de sus seguidores consideraban de naturaleza política.
El traslado de Navalny a una colonia penal en el Ártico a finales del año anterior lo llevó a una de las prisiones más severas del país, donde las condiciones de vida son especialmente duras. Según el servicio penitenciario del distrito de Yamalo-Nenets, Navalny se sintió mal después de un paseo a pie el viernes, perdiendo la conciencia casi de inmediato.
A pesar de los esfuerzos del equipo médico de emergencia por revivirlo, lamentablemente no tuvieron éxito. La noticia de su fallecimiento ha generado una gran conmoción tanto dentro como fuera de Rusia, dejando un vacío entre aquellos que lo veían como un defensor de la democracia y una voz crítica contra el gobierno de Putin.