En un encuentro con líderes empresariales estadounidenses en Beijing, el presidente chino Xi Jinping hizo un llamado a fortalecer los vínculos entre China y Estados Unidos, en medio de una mejora gradual en las relaciones que han enfrentado tiempos difíciles en los últimos años.
Xi enfatizó la necesidad de mantener relaciones económicas que beneficien a ambas naciones, a pesar de los desafíos como los aranceles impuestos por Estados Unidos a las importaciones chinas y las preocupaciones sobre la influencia del Partido Comunista Chino, las barreras comerciales y el robo de propiedad intelectual.
Aunque la economía china ha enfrentado dificultades para recuperarse de las restricciones impuestas durante la pandemia de COVID-19, Xi resaltó el papel de China en la contribución al crecimiento económico mundial, con tasas de crecimiento en dos dígitos.
“Las relaciones sino-estadounidenses son unas de las relaciones bilaterales más importantes del mundo. Si China y Estados Unidos cooperan o se enfrentan, tiene repercusiones en el bienestar de los dos pueblos y el futuro y porvenir de la humanidad”, afirmó Xi, según la agencia de noticias china Xinhua.
El comercio y los aranceles han sido temas de gran atención, especialmente durante la campaña electoral en Estados Unidos, y la administración del presidente Joe Biden ha mostrado poca disposición para relajar las medidas comerciales punitivas impuestas durante la presidencia de Donald Trump.
Las autoridades estadounidenses han expresado preocupación por las prácticas industriales chinas y su impacto en los trabajadores y empresas estadounidenses. Se ha denunciado el significativo superávit comercial de China sobre Estados Unidos, que alcanzó más de 279.000 millones de dólares el año pasado, su nivel más bajo en aproximadamente una década.
A pesar de los desafíos económicos internos, como la crisis en el mercado inmobiliario, el envejecimiento demográfico y el desempleo juvenil, China busca impulsar sus exportaciones para compensar la débil demanda interna.
Al mismo tiempo, muchas empresas extranjeras, incluida Apple, dependen de las fábricas chinas y del vasto mercado consumidor chino para mantener sus ventas a nivel global.
La retórica tensa entre China y Estados Unidos ha experimentado un cambio en los últimos meses, particularmente desde la reunión entre Xi y Biden en San Francisco en noviembre. Funcionarios como el secretario de Estado Antony Blinken han visitado China, y según informes, la secretaria del Tesoro Janet Yellen planea viajar nuevamente al país asiático el próximo mes para reunirse con líderes locales.