- Un grupo de colonos atacó vehículos palestinos en Al Bireh y Deir Dibwan.
- La violencia en la región ha aumentado drásticamente desde el inicio del conflicto en Gaza.
- La ONU reporta numerosos heridos y daños extensos a cultivos en el último mes.
En un ataque violento en la madrugada del lunes, colonos israelíes incendiaron al menos quince vehículos pertenecientes a palestinos en las ciudades de Al Bireh y Deir Dibwan, ubicadas en la gobernación de Ramala, en Cisjordania. Según informes de la agencia de noticias palestina Wafa, los ataques comenzaron temprano en la mañana y las llamas se propagaron a otros cinco vehículos, además de afectar la entrada de un edificio cercano antes de que llegaran los bomberos. Durante el asalto, también se dejaron consignas racistas en un muro cercano.
La policía israelí ha indicado que está llevando a cabo una investigación sobre los incidentes tras recibir varias denuncias. Este ataque ocurre en un contexto de creciente violencia en la región, donde desde octubre, colonos han herido a alrededor de 60 palestinos, según la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA). Además, colonos dañaron o destruyeron más de 1,000 árboles, principalmente olivos, lo que dificulta la recolección de la cosecha.
Aumento de la violencia y daños a la agricultura en Cisjordania
La OCHA destacó que casi el 60 por ciento de los incidentes relacionados con la cosecha de aceitunas en octubre han tenido lugar en el norte de Cisjordania, con la gobernación de Nablus concentrando un tercio de estos actos de violencia. La situación en la región, que ha estado bajo ocupación israelí desde 1967, ha alcanzado niveles alarmantes de violencia, siendo este uno de los períodos más intensos en las últimas dos décadas.
Desde el inicio del conflicto en Gaza en octubre de 2023, aproximadamente 645 palestinos han perdido la vida a causa de disparos israelíes en Cisjordania, con la mayoría de las muertes ocurriendo durante incursiones militares y al menos una decena a manos de colonos. Esta escalada de violencia plantea serias preocupaciones sobre la seguridad y el respeto a los derechos humanos en la región.