Un ferry sobrecargado volcó el viernes por la noche en el río Burisa, en el noreste del Congo, dejando al menos 38 muertos y más de 100 personas desaparecidas. Hasta el momento, solo se han rescatado 20 personas.
El ferry, que formaba parte de un convoy de barcos, transportaba principalmente comerciantes que regresaban a casa para celebrar la Navidad, según informó Joseph Joseph Kangolingoli, alcalde de Ingende, la última ciudad antes del lugar del accidente.
El incidente ocurrió menos de cuatro días después de otro naufragio en el noreste del país que dejó 25 muertos.
Ndolo Kaddy, un residente de Ingende, indicó que el ferry transportaba “más de 400 personas” debido a las paradas en Ingende y Loolo, lo que podría aumentar el número de víctimas.
Las autoridades congoleñas han advertido repetidamente sobre los riesgos de la sobrecarga en los barcos y prometen castigar a quienes incumplan las normas de seguridad. Sin embargo, en las zonas rurales donde viven la mayoría de los pasajeros, la falta de infraestructura vial hace que los transportes acuáticos sean la única opción, lo que aumenta los riesgos de accidentes.
Este tipo de tragedias no son inusuales: en octubre, 78 personas murieron cuando otro barco sobrecargado se hundió en el este del país, y en junio, 80 perdieron la vida en un incidente similar cerca de Kinshasa.