- La cantante no obtuvo ninguno de los seis premios a los que aspiraba.
- Beyoncé y Kendrick Lamar fueron los grandes vencedores de la noche.
- A pesar de la derrota, la ausencia de premios podría ser beneficiosa para su carrera.
Taylor Swift no logró hacerse con ninguno de los seis galardones a los que aspiraba en los premios Grammy 2025 por su álbum The Tortured Poets Department. En la ceremonia celebrada este domingo en Los Ángeles, Beyoncé y Kendrick Lamar se llevaron la mayor parte de los premios más importantes. La cantante de Cowboy Carter obtuvo el premio a Mejor Álbum del Año, mientras que Lamar dominó las categorías de Mejor Canción y Mejor Grabación del Año, llevándose en total cinco estatuillas.
Swift llegó a la ceremonia con un doble álbum ambicioso, aunque algo irregular (algo similar a Cowboy Carter, que tampoco es el mejor trabajo de Beyoncé). Este álbum fue presentado por la propia Taylor en la edición anterior de los Grammy, cuando hizo historia al recibir por cuarta vez el premio a Mejor Álbum del Año con Fearless, 1989, Folklore y Midnights.
En el mundo del pop, Taylor Swift se ha convertido en una superestrella de dimensiones colosales, eclipsando a casi todo lo que está a su alrededor. Una quinta victoria en esta categoría de los Grammy podría haber resultado contraproducente, especialmente si se tiene en cuenta que Beyoncé, su gran rival en el pop contemporáneo, lleva años luchando por este galardón. De haberse logrado este premio, se habrían multiplicado las críticas en redes sociales, acusándola de un dominio excesivo y favoreciendo la narrativa del “robo” por parte de los fanáticos de Beyoncé.
Su disco récord en reproducciones
Además, los Grammy han sido criticados en el pasado por su falta de diversidad en sus nominaciones y premiaciones. Este año, la 67ª edición de los premios, en la que Beyoncé y Kendrick Lamar brillaron, alivia la presión sobre Taylor Swift, quien ya ha alcanzado todos los logros imaginables en su carrera.
En cuanto a la categoría de pop, la cantante también sufrió un revés ante Sabrina Carpenter, quien fue aclamada como la nueva gran estrella del género en EE.UU.
Así, concluye de manera modesta una era prodigiosa para Swift, que acaba de cerrar una gira histórica, considerada la más exitosa de la música, con una recaudación de más de 2.000 millones de euros. Su último disco, además, ha establecido nuevos récords en ventas y reproducciones.
El próximo domingo, cuando su pareja, Travis Kelce, juegue la final de la Super Bowl con los Kansas City Chiefs, es probable que los memes y comentarios sobre Taylor Swift se apoderen de las redes sociales. Sin embargo, este podría ser el momento perfecto para que la cantante se retire de los reflectores y se enfoque en la creación de su próximo proyecto, libre de la presión de tener que ganar constantemente.
Como en las palabras de Roger Federer en un discurso ante estudiantes universitarios, en las que reveló que solo un 56% de sus golpes fueron ganadores, hasta los más grandes sufren derrotas. La idea de nunca perder es difícil de aceptar, y por ello, hoy Taylor Swift se muestra más humana, más accesible. Cuando regrese a la cima y finalmente gane otro Grammy a Mejor Álbum del Año, la ovación será aún más merecida.