China ha iniciado ejercicios militares alrededor de Taiwán en represalia por lo que describe como “actos separatistas”, lo que ha llevado a una rápida respuesta por parte de Taiwán, que ha desplegado aviones y puesto en alerta sus unidades de defensa, en medio de llamados internacionales a la contención.
El ejército chino anunció que las maniobras, programadas para dos días, eran una respuesta a las fuerzas separatistas que buscan la independencia de Taiwán. Beijing considera a Taiwán como parte de su territorio nacional y frecuentemente realiza acciones militares para intimidar a su población y debilitar sus defensas.
El Ministerio de Defensa de Taiwán condenó las acciones chinas como una “provocación irracional” que amenaza la paz y la estabilidad en la región. Afirmaron que, si bien Taiwán no busca conflictos, tampoco los evitará.
El presidente de Taiwán, Lai Ching-te, instó a Beijing a cesar su intimidación militar durante su discurso de toma de posesión el lunes. Reafirmó su compromiso con los valores de libertad y democracia durante una visita a una base naval en Taoyuan, al sur de Taipei.
El Comando del Teatro Oriental del Ejército Popular de Liberación de China declaró que los ejercicios tienen como objetivo probar las capacidades de ataque conjunto y control del campo de batalla. China considera estas maniobras como un “poderoso castigo” a las fuerzas separatistas y una advertencia a las fuerzas externas por interferencia y provocación.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, pidió a todas las partes “evitar cualquier acción que pueda escalar las tensiones” en la región. Estados Unidos y Japón también expresaron su preocupación y destacaron la importancia de mantener la paz en el Estrecho de Taiwán.