El sábado 15 de junio, la embajada de Estados Unidos inició un protocolo de seguridad que incluye la suspensión de las importaciones de aguacate. Según la Asociación de Productores y Empacadores Exportadores de Aguacate de México (APEAM), esta medida podría extenderse hasta dos semanas, aunque se están llevando a cabo negociaciones para reanudar las ventas lo antes posible, posiblemente mañana, según exportadores.
Se ha ordenado suspender las actividades de corte, acopio, procesamiento y embarque de aguacate de exportación mientras se resuelve la situación. No obstante, se señala que las exportaciones desde Jalisco pueden continuar sin interrupciones, dado que el incidente no ocurrió en ese estado.
El incidente que desencadenó esta suspensión ocurrió el 14 de junio en la comunidad de Aranza, municipio de Paracho, donde dos inspectores estadounidenses fueron retenidos durante una manifestación. Aunque hay informes de que los inspectores fueron agredidos físicamente, algunos productores de aguacate lo han negado.
Este no es el primer incidente de este tipo: en febrero de 2022, otro trabajador de la USDA fue amenazado durante una inspección debido a sospechas de que el aguacate exportado desde Estados Unidos era de Puebla en lugar de Michoacán. Según la APEAM, exportar aguacate de estados sin los protocolos sanitarios adecuados, como Puebla, constituye un delito.