- Kansas City busca su tercer título consecutivo, un hito en la NFL.
- Donald Trump y Taylor Swift estarán en el estadio, generando gran expectación.
- Kendrick Lamar encabezará el espectáculo de medio tiempo junto a SZA.
El Super Bowl LIX se jugará en el Caesars Superdome de Nueva Orleans, enfrentando a los Kansas City Chiefs y los Philadelphia Eagles en un partido que podría marcar la historia de la NFL.
Un campeonato sin precedentes en juego
Los Chiefs, liderados por Patrick Mahomes, buscan convertirse en el primer equipo en ganar tres Super Bowls seguidos. Enfrente, los Eagles, con Jalen Hurts y Saquon Barkley, llegan decididos a tomar revancha tras su derrota en la final de 2023.
Máxima seguridad en Nueva Orleans
Tras el atentado en el Barrio Francés durante las celebraciones de Año Nuevo, se han reforzado las medidas de seguridad para este evento, que recibirá a más de 100,000 visitantes. Las autoridades han clasificado el Super Bowl con el nivel más alto de riesgo en seguridad pública.
Trump y Swift en el foco de atención
El presidente Donald Trump asistirá al partido, siendo el primer mandatario en ejercicio en hacerlo. Su presencia genera interés, considerando su historial de confrontaciones con la NFL.
Por otro lado, la cantante Taylor Swift estará en el estadio para apoyar a su pareja, Travis Kelce, ala cerrada de los Chiefs. Se rumorea que, si su equipo gana, Kelce podría proponerle matrimonio.
Kendrick Lamar lidera el show del medio tiempo
El espectáculo de medio tiempo estará a cargo del rapero Kendrick Lamar, ganador de cinco premios Grammy este año. Se espera una actuación impactante, con la participación especial de SZA.
Dónde ver el Super Bowl 2025
En México, el partido podrá verse en vivo por:
- TV Abierta: Azteca 7 (TV Azteca) y Canal 5 (Televisa).
- TV de Paga: Fox Sports y ESPN.
- Streaming: Disney+ y NFL+.
El juego comenzará el domingo 9 de febrero a las 5:30 p.m. (hora del centro de México).
Expectativas y apuestas
Los Chiefs son favoritos, pero los Eagles llegan con un equipo fortalecido. Se espera un partido reñido, con apuestas que superan los 1,000 millones de dólares, reflejando la magnitud del evento en la cultura y economía de EE.UU.
