Steve Bannon, exasesor del expresidente Donald Trump, ingresó este lunes a una prisión federal en Connecticut para cumplir una sentencia de cuatro meses por desacato al Congreso. Bannon se negó a cumplir una citación en la investigación del ataque al Capitolio de Estados Unidos.
Bannon llegó a la Institución Federal Correccional en Danbury alrededor del mediodía y fue puesto bajo custodia federal, informó el Buró de Prisiones.
En declaraciones a la prensa, Bannon se autodenominó “prisionero político”, agradeció el apoyo de Trump y criticó a los demócratas, incluido el secretario de Justicia, Merrick Garland. “Me enorgullezco de ir a prisión”, afirmó, alegando que se enfrenta a un “corrupto Departamento de Justicia de Garland”.
Antes de su ingreso, un grupo de partidarios, entre ellos la representante republicana Marjorie Taylor Greene, se reunió frente a la prisión para mostrar su apoyo a Steve Bannon. También hubo manifestantes que lo llamaron “¡Traidor!” y pidieron su encarcelamiento. La policía tuvo que intervenir para permitir la entrada del vehículo que transportaba a Bannon.
Un juez permitió que Bannon permaneciera en libertad mientras apelaba su sentencia, pero ordenó su ingreso en prisión después de que una corte de apelaciones ratificara sus condenas. La Corte Suprema rechazó su último recurso de apelación.
Un jurado encontró a Bannon culpable de dos cargos de desacato: uno por no presentarse ante la Comisión del Congreso que investiga el ataque del 6 de enero de 2021 y otro por negarse a proporcionar documentos relacionados con los intentos de anular la derrota electoral de Trump en 2020.
Bannon también enfrenta cargos en Nueva York por presunto fraude en la recaudación de fondos para la construcción de un muro fronterizo. Su juicio ha sido pospuesto hasta finales de septiembre. Se ha declarado inocente de todos los cargos.