- La nave se desintegró poco antes de completar su ascenso, según confirmó la empresa SpaceX.
- El propulsor Super Heavy logró regresar con éxito a la base en Texas.
- SpaceX investigará las causas del fallo, similar al ocurrido en enero con el Flight 7.
La empresa SpaceX lanzó este jueves su octava prueba del cohete Starship, considerado el más grande y potente del mundo. Sin embargo, pocos minutos después del despegue, la compañía confirmó que perdió el contacto con la nave, lo que llevó a la pérdida de la misión.
A través de su cuenta en X, la empresa de Elon Musk explicó que la etapa superior de Starship sufrió una pérdida de motores y control, lo que provocó su desintegración antes de completar el ascenso.
Un fallo similar al de enero
Durante la transmisión del evento, Dan Huot, del equipo de comunicaciones de SpaceX, detalló que varios motores comenzaron a fallar, lo que llevó a la pérdida de control de la nave y su posterior destrucción.
Este incidente recuerda lo ocurrido con el Flight 7, que en enero también experimentó una explosión en pleno vuelo, esparciendo restos en el Caribe y motivando una investigación de la Administración Federal de Aviación (FAA).

El propulsor Super Heavy sí logró aterrizar
Pese a la pérdida de la nave, la fase de impulso Super Heavy sí logró regresar con éxito a su base en Boca Chica, Texas, lo que representa un avance en las pruebas del sistema de reutilización de SpaceX.
El lanzamiento, programado inicialmente para el 28 de febrero, había sido postergado en tres ocasiones por problemas técnicos. Ahora, la compañía iniciará una investigación exhaustiva para determinar las causas del fallo y continuar con el desarrollo del vehículo espacial.