Rusia y Ucrania se responsabilizan mutuamente por un incendio en la central nuclear de Zaporiyia, controlada por Moscú desde el inicio de la guerra.
El gobernador ruso de Energodar, Yevgueni Balitski, afirmó que el incendio en un componente del sistema de refrigeración fue causado por un bombardeo ucraniano. Aseguró que los niveles de radiación están dentro de los límites normales y que especialistas están trabajando para extinguir el fuego. Balitski pidió a los residentes que mantengan la calma.
En contraste, la directora de comunicaciones de la planta, Yevgueniya Yashina, denunció que este es el primer daño a la infraestructura causado por un ataque ucraniano. La portavoz de Exteriores rusa, María Zajárova, acusó a Kiev de intentar generar “terror nuclear”.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, responsabilizó a Rusia del incendio y afirmó que la situación en la planta es inaceptable mientras esté bajo control ruso. Zelenski pidió una respuesta internacional y una recuperación del control ucraniano para garantizar la seguridad.
El Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) informó que, a pesar del denso humo y las explosiones observadas, no hay peligro para la seguridad nuclear. Un ataque con drones, según las autoridades rusas, podría haber sido la causa del incidente, pero no se ha reportado impacto en la seguridad nuclear.