El Sambódromo de Río de Janeiro se llenó de euforia con los desfiles de las 12 escuelas de samba, marcando el punto culminante del carnaval más esperado de Brasil.
Durante dos días, los bailarines, músicos y participantes mostraron su arte y dedicación en el desfile, buscando impresionar al jurado y demostrar que son los mejores en el arte de la samba.
Después de un año de preparación y ensayos, los integrantes de las escuelas de samba estaban llenos de nerviosismo y emoción en los barracones, donde se confeccionan los elaborados trajes y carros alegóricos que son parte integral del espectáculo.
Este año, el carnaval de Río de Janeiro coincidió con la operación policial que tuvo como objetivo al ex presidente Jair Bolsonaro, aunque la atención del país estaba principalmente centrada en las festividades.
Cada escuela de samba contó con miles de participantes, quienes tuvieron entre 60 y 70 minutos para mostrar lo mejor de su arte. El jurado evaluó aspectos como la música, la samba compuesta especialmente para la ocasión, los trajes y la coreografía.
El carnaval de Río de Janeiro es un evento emblemático que atrae a turistas de todo el mundo y que refleja la rica cultura y tradición brasileña. En Sao Paulo, los desfiles también fueron espectaculares, con una mezcla de leyendas indígenas, música hip-hop, poesía modernista y mitos griegos que marcaron el ritmo de la samba en la segunda jornada de los desfiles en la ciudad. Aunque los desfiles oficiales terminaron en Sao Paulo, las celebraciones callejeras continúan en todo Brasil, con millones de personas disfrutando de la fiesta en las calles.