La Reserva Federal de Estados Unidos reafirmó este miércoles su inquietud frente a la inflación persistente y anunció que no tiene previsto reducir las tasas de interés hasta que haya una mayor certeza sobre la disminución de los precios.
Este comunicado se emitió luego de la última reunión del banco central, en la que se decidió mantener la tasa de interés referencial en un 5.3%, su nivel más alto en veinte años.
La declaración de la Fed marca un cambio brusco en su estrategia previa de implementar recortes en las tasas de interés. A pesar de que en su reunión anterior, celebrada en marzo, se proyectaban tres reducciones para este año, la persistencia de la inflación ha llevado a los mercados financieros a anticipar solo un recorte, probablemente programado para noviembre, según los precios a futuro monitoreados por CME FedWatch.
El banco central justificó su postura más cautelosa en base a tres meses de datos económicos que sugieren presiones inflacionarias persistentes, así como un aumento en el consumo personal.
Aunque la inflación ha disminuido de su pico del 7.1% al 2.7%, los precios aún permanecen por encima de los niveles pre-pandémicos, y los costos de servicios importantes continúan aumentando.
Además, la Reserva Federal anunció una ralentización en la reducción de su programa de compra de bonos del Tesoro y bonos hipotecarios, utilizado para mantener bajos los costos de los préstamos a corto plazo y estabilizar los mercados financieros durante la pandemia
El banco central planea continuar reduciendo estos bonos a un ritmo más lento, permitiendo que un total de 60.000 millones de dólares en títulos maduren por mes.
La persistencia de la inflación y las preocupaciones económicas emergentes han planteado desafíos adicionales para la Reserva Federal en un momento crucial, con la elección presidencial a solo seis meses de distancia.