Suzu, Japón, 3 de enero de 2024 (AP).- Los equipos de rescate y las unidades caninas buscaban con urgencia el miércoles entre los escombros ante la previsión de frío e intensas lluvias, en lo que el primer ministro de Japón calificó como una carrera contrarreloj luego de los potentes sismos que dejaron al menos 65 muertos en el oeste del país.
La prefectura de Ishikawa y las zonas próximas registraron una potente réplica de magnitud 4,9 el miércoles, una de las docenas que siguieron al terremoto de magnitud 7,6 del lunes cuyo epicentro estuvo cerca de Noto, a unos 300 kilómetros (185 millas) de Tokio, en la costa contraria.
El sismo activó avisos por tsunami, seguidos de olas de más de un metro (3 pies) de alto en algunos lugares.
Según los expertos, las primeras 72 horas son especialmente críticas porque las posibilidades de supervivencia disminuyen mucho después de tres días.
“Ya han pasado más de 40 horas. Esta es una carrera contra el reloj y siento que estamos en un momento crítico”, dijo el primer ministro, Fumio Kishida, a reporteros.
“Hemos recibido reportes de que muchos siguen esperando a ser rescatados bajo los edificios derrumbados”.