Ariel Henry ha dimitido como primer ministro de Haití, dejando un vacío de liderazgo en un momento de creciente violencia perpetrada por las pandillas en el país caribeño.
Su dimisión se formalizó con una carta fechada el 24 de abril y publicada el mismo día en que se esperaba la instalación de un nuevo consejo encargado de nombrar un primer ministro y un gabinete.
Este consejo, compuesto por nueve miembros, siete de los cuales tienen derecho a voto, se espera que contribuya a establecer un nuevo programa de gobierno, así como a nombrar una comisión electoral provisional y un consejo nacional de seguridad.
La renuncia de Ariel Henry llega en medio de una ola de violencia desencadenada por las pandillas, que han llevado a cabo ataques coordinados desde finales de febrero en Puerto Príncipe y sus alrededores.
Estos ataques han paralizado la capital y han causado estragos en la ciudadanía. Entre los actos de violencia se incluye el cierre del principal aeropuerto internacional y el asalto a las prisiones más grandes del país, lo que resultó en la liberación de miles de presos.
Mientras tanto, miembros del Consejo Presidencial de Transición de Haití han prestado juramento en el Palacio Nacional, marcando un nuevo comienzo en la política del país caribeño.
La renuncia de Henry ha allanado el camino para la designación de Michel Patrick Boisvert como primer ministro interino, mientras el Consejo Presidencial de Transición trabaja en la formación de un nuevo gobierno.
Se espera que una fuerza multinacional liderada por Kenia llegue a Puerto Príncipe para colaborar con la Policía Nacional de Haití en el combate contra las pandillas, que actualmente controlan gran parte de la capital y han sumido al país en una profunda crisis de seguridad.