- Japón registró una cifra récord de suicidios entre estudiantes de primaria y secundaria en 2024.
- Aunque los suicidios totales en el país disminuyeron un 7.2%, las muertes entre menores de 20 años se mantuvieron casi estables.
- Las autoridades japonesas continúan buscando medidas para reducir estos trágicos sucesos, especialmente entre los jóvenes.
Japón vivió en 2024 un incremento en el número de suicidios entre estudiantes de educación básica y secundaria, alcanzando una cifra récord de 527 casos, según los últimos datos revelados por el Ministerio de Salud. Este aumento se comparó con los 513 suicidios registrados en 2023.
A nivel general, el número de suicidios en todo el país disminuyó un 7.2%, situándose en 20,268 muertes, una cifra mucho menor que el récord de 34,427 suicidios que se alcanzó en 2003. Sin embargo, el número de suicidios entre menores de 20 años, que incluye a los estudiantes, solo experimentó una ligera disminución, bajando de 810 casos en 2023 a 800 el año pasado.
Keiichiro Tachibana, subjefe del gabinete japonés, expresó la profunda preocupación del gobierno, asegurando que “tomamos esto muy en serio”. Añadió que seguirán adoptando medidas para proteger la vida de los niños y fomentar una sociedad en la que nadie sienta la presión suficiente para tomar esa fatal decisión.
El Ministerio de Salud tiene previsto publicar un análisis más detallado de estos datos en marzo, lo que proporcionará información adicional sobre las causas y circunstancias que rodean estos trágicos eventos.
Japón busca apoyar a jovenes
En Japón, los suicidios entre adolescentes tienden a aumentar especialmente después de las vacaciones de verano, entre los meses de agosto y septiembre. Ante este fenómeno, el gobierno y los medios de comunicación hacen constantes llamados a los jóvenes para que busquen ayuda si atraviesan dificultades emocionales o sociales.
Si bien no se han determinado las causas exactas de estos suicidios estudiantiles, estudios previos apuntan a factores como el acoso escolar, las presiones académicas, las dificultades en las relaciones interpersonales, la incertidumbre sobre el futuro y problemas de salud mental como algunos de los principales detonantes.