El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, avanza con la construcción de una nueva cárcel de máxima seguridad, diseñada para albergar a los líderes de bandas criminales y recuperar el control del sistema penitenciario. Comparada con el modelo carcelario de Nayib Bukele en El Salvador, la prisión busca evitar que los reclusos continúen operando desde el interior de los penales.
Sin embargo, la iniciativa ha generado un fuerte rechazo de las comunidades locales, que denuncian afectaciones a su territorio, riesgos de seguridad y falta de consulta previa.
Detalles del proyecto carcelario
La Cárcel del Encuentro, como la ha denominado el gobierno, es una de las dos prisiones que Noboa planea construir. Ubicada en una zona rural de la provincia de Santa Elena, entre Bajada de Chanduy y Juntas del Pacífico, tendrá capacidad para 800 reclusos y contará con infraestructura que garantice su total aislamiento.
El proyecto, con un presupuesto de 52 millones de dólares, está a cargo de la empresa Puentes y Calzadas Infraestructuras, subsidiaria del Grupo Puentes, con participación de la estatal china China Road and Bridge Corporation.
Desde el inicio de la obra en junio de 2024, Noboa ha defendido la necesidad de esta cárcel, afirmando que servirá para imponer orden en el sistema penitenciario. “El sistema estaba secuestrado por el crimen organizado. Con este centro, pondremos fin a la impunidad”, aseguró el mandatario.
Comunidades locales se oponen
A pesar del respaldo del gobierno, la cárcel ha generado descontento entre los habitantes de la zona. En diciembre de 2024, presentaron un recurso legal exigiendo la suspensión del proyecto, argumentando que el terreno pertenece a sus ancestros y que no se realizó una consulta previa con las comunidades afectadas.
Además, los residentes han señalado el impacto ambiental, ya que la prisión se construye en un bosque seco tropical, hogar de más de 75 especies de aves y vegetación endémica. Sin embargo, el Ministerio de Ambiente aclaró que la zona no es parte del Sistema Nacional de Áreas Protegidas.
Preocupaciones por la seguridad en la zona
Otra inquietud de los habitantes es el aumento de la inseguridad desde que comenzó la construcción. Según Donald Cabrera, representante de Bajada de Chanduy, han surgido delitos como extorsiones y secuestros, además de la presencia de personas desconocidas interesadas en comprar terrenos.
“Desde que empezó la obra, vivimos con miedo. Nuestros territorios eran pacíficos, pero ahora hay amenazas constantes”, declaró Cabrera.
El temor aumentó el 25 de diciembre de 2024, cuando un grupo de hombres armados atacó la zona de construcción, dejando un muerto. El gobierno calificó el hecho como un ataque terrorista, lo que llevó a una suspensión temporal de los trabajos.
El plan de Noboa para reformar las cárceles
Pese a las protestas y el ataque armado, Noboa ha reiterado que la prisión seguirá adelante y que la primera fase estará lista en el tercer trimestre de 2025.
El mandatario sostiene que esta cárcel es clave para su plan de reestructuración del sistema penitenciario y el combate contra el crimen organizado. “Debemos descongestionar y desarticular los focos de violencia en las cárceles, especialmente en la Penitenciaría del Litoral, que alberga a más de 8,000 reclusos”, explicó.
Además, el gobierno ha buscado el apoyo de la Unión Europea y Estados Unidos para fortalecer su estrategia de seguridad.
A pesar del rechazo de las comunidades, la Cárcel del Encuentro sigue en marcha como una de las principales apuestas de Noboa para enfrentar la crisis penitenciaria y reforzar su política de mano dura contra el crimen en Ecuador.