- En el juicio contra Donald Trump, sus abogados defensores presionaron a Michael Cohen, su antiguo abogado, por sus delitos previos y mentiras, con el objetivo de socavar su credibilidad como testigo estrella de la fiscalía.
- Cohen admitió haber mentido bajo juramento en el pasado, incluyendo sobre su implicación en un acuerdo de bienes raíces de Trump en Rusia.
- El contrainterrogatorio de Cohen es crucial para el equipo de Trump, ya que buscan desacreditarlo y proteger al expresidente de las acusaciones de conspiración para ocultar historias negativas durante su campaña presidencial de 2016.
En el marco del juicio contra Donald Trump, los abogados defensores del expresidente intensificaron su presión sobre Michael Cohen, su antiguo abogado y testigo clave de la fiscalía, por sus antecedentes delictivos y mentiras pasadas. En un momento crucial del proceso, Cohen admitió haber mentido bajo juramento en el pasado, incluyendo sobre su participación en un acuerdo de bienes raíces de Trump en Rusia.
El contrainterrogatorio de Cohen se ha convertido en un punto focal para el equipo legal de Trump, que busca socavar su credibilidad y proteger al expresidente de las acusaciones de conspiración para ocultar historias negativas durante su campaña presidencial de 2016.
Los abogados de la defensa presentaron a Cohen como un individuo despechado y ex empleado resentido, dispuesto a decir cualquier cosa para perjudicar a Trump.
Durante el interrogatorio, Cohen reconoció haber mentido previamente sobre su implicación en delitos federales y su testimonio ante el Congreso. Estos eventos pretenden erosionar la confianza del jurado en la veracidad de las afirmaciones de Cohen sobre los presuntos esfuerzos de Trump para silenciar a mujeres que afirmaban haber tenido encuentros sexuales con él durante la campaña presidencial.
El destino de Trump en este caso podría depender en gran medida de cómo el jurado perciba la credibilidad de Cohen y la efectividad de los argumentos de su equipo de defensa para desacreditarlo.