En el marco del Día del Movimiento por la Independencia del Primero de Marzo, que conmemora el levantamiento coreano de 1919 contra el mandato colonial japonés, el presidente de Corea del Sur.
Yoon Suk Yeol, pronunció un discurso televisado instando a avanzar hacia una Península de Corea libre y unificada. Criticó el régimen norcoreano por su dependencia en armas nucleares y misiles, que, según él, sume a sus 26 millones de habitantes en miseria y desesperación.
Yoon afirmó: “La unificación es precisamente lo que se necesita para expandir los valores universales de libertad y derechos humanos. Nuestros esfuerzos de unificación deben convertirse en una fuente de esperanza y en un faro de luz para el pueblo de Corea del Norte.”
Estas declaraciones se dan en un contexto de crecientes tensiones entre Corea del Norte y Corea del Sur, con Pyongyang aumentando sus pruebas con misiles y Seúl ampliando sus maniobras militares con Estados Unidos. Aunque la unificación ha sido un objetivo prioritario para ambos países desde el final de la Guerra de Corea en 1953, las perspectivas de unificación a corto plazo son escasas debido a las diferencias ideológicas y económicas.
La diplomacia nuclear entre Kim Jong Un y el expresidente estadounidense Donald Trump colapsó en 2019, y en un discurso reciente, Kim anunció su intención de eliminar el objetivo de una reunificación pacífica y presentar al Sur como el “enemigo principal invariable”. Esta decisión ha sido criticada por Yoon como “verdaderamente deplorable”, señalando la importancia de la paz y la reconciliación en la región.
Yoon no mencionó los abusos de los gobernantes coloniales japoneses en Corea, que han sido una fuente de tensiones entre los dos países durante años.