- Los países desarrollados tienen una “deuda moral” anual de 500,000 millones de dólares con las naciones empobrecidas.
- Esther Duflo, economista premiada, propone dos tasas para que los países ricos asuman su responsabilidad en el cambio climático.
La economista y galardonada con el Premio Nobel de Economía, Esther Duflo, plantea que los países ricos deben asumir una “deuda moral” anual de 500,000 millones de dólares con las naciones empobrecidas, fundamentada en los efectos del cambio climático en la mortalidad de estas regiones.
En una entrevista con el Financial Times, Duflo sugiere que los países desarrollados asuman su responsabilidad a través de dos tasas destinadas a mitigar estos impactos.
Subraya que los daños del cambio climático se concentrarán en las naciones empobrecidas fuera de la OCDE, citando un estudio que proyecta un aumento en el número de muertes relacionadas con el calor en estas áreas durante este siglo.
Según la Agencia Internacional de la Energía (AIE), el grupo de las principales potencias occidentales G7 emite aproximadamente el 25% del CO2 vinculado al sistema energético mundial, a pesar de representar solo el 10% de la población mundial.
La economista basó su cálculo en los estudios del economista estadounidense Michael Greenstone, quien valoró en 37 dólares el costo de una tonelada de carbono en términos de la mortalidad asociada al cambio climático.
Este costo, multiplicado por las emisiones anuales atribuibles a Europa y Estados Unidos, resultó en una “deuda moral” de 518,000 millones de dólares.
Para abordar esta deuda, propone dos mecanismos: aumentar el impuesto mínimo sobre las multinacionales y gravar las grandes fortunas.
Actualmente, la ayuda financiera climática que los países ricos proporcionan a los países en desarrollo es de 100,000 millones de dólares al año, pero se espera que esta cifra se revise al alza durante la próxima cumbre COP29 de la ONU sobre cambio climático en noviembre.
Según los expertos de la ONU, los países en desarrollo, excluyendo a China, necesitarán 2.4 billones de dólares al año hasta 2030 para adaptarse al cambio climático.