La atención se centra en el escenario político ante las elecciones presidenciales del próximo 2 de junio, donde la victoria de Claudia Sheinbaum se presenta como el primer requisito para la conformación de su Gabinete. Sin embargo, la discusión sobre quién encabezará la Secretaría de Gobernación (Segob) ya está en marcha dentro de la cúpula de Morena.
La presencia de Marcelo Ebrard en un acto público junto a Claudia Sheinbaum ha intensificado el debate sobre su posible inclusión en el Gabinete de la exjefa de Gobierno. A pesar de las afirmaciones de Ebrard, existe una sugerencia para que asuma el cargo de titular de la Segob, la segunda posición más importante en el gobierno. Esta propuesta surge ante la posibilidad de que el triunfo en las urnas no sea tan amplio como se espera con el Plan C, lo que requeriría un negociador hábil con diversas fuerzas políticas, incluidas las de oposición.
Omar García Harfuch y Zoé Robledo también están en el panorama como posibles enlaces con partidos y actores opositores. García Harfuch, exsecretario de Seguridad de la Ciudad de México, cuenta con sólidos vínculos en el ámbito político, aprovechando su relación con el empresario Carlos Slim. Por su parte, el director del IMSS, Zoé Robledo, ha demostrado ser un conciliador, aunque su perfil no goza de la misma aceptación entre la oposición.
Mario Delgado, quien ha demostrado un ascenso significativo en su carrera política, ha expresado su interés en encabezar la Segob después de dejar la presidencia nacional de Morena en octubre de este año. Con una considerable influencia sobre 23 gobernadores y experiencia legislativa en San Lázaro y el Senado, Delgado se posiciona como un candidato fuerte. Sin embargo, para que su gestión no se vea afectada, necesitaría una victoria contundente de dos dígitos, aproximándose a los 20 puntos de diferencia con el segundo lugar, evitando así obstáculos en la operatividad de Segob.
Tatiana Clouthier, quien también aspira a la Secretaría de Gobernación en un eventual gobierno de Sheinbaum, se suma a la lista de perfiles que se manejan en el war room de la candidata, pero su aceptación entre la oposición es un factor que podría influir en la toma de decisiones.