- Un reciente hallazgo de un pez diablo negro en Tenerife sorprende por su tamaño, mucho menor al que se pensaba.
- El Melanocetus johnsonii mide en promedio 15 cm, mucho menos que la imagen aterradora que popularmente se tiene de él.
- Los científicos explican que el pez pudo haber muerto debido al choque de temperaturas y la presión del agua superficial.
Recientemente, se compartieron en redes sociales imágenes sorprendentes del pez diablo negro, conocido científicamente como Melanocetus johnsonii, que apareció en las aguas de Tenerife. El hallazgo ha causado gran revuelo, ya que ha desmentido la imagen aterradora que muchos tienen de este pez, famoso por sus representaciones en la ficción.
El pez diablo negro, que suele ser visto como una criatura monstruosa de gran tamaño, ha dejado atónitos a los internautas, quienes esperaban encontrar un animal de proporciones mucho mayores. Un video en redes muestra a un hombre sosteniendo el cuerpo del pez, evidenciando que, aunque su apariencia sigue siendo desconcertante, su tamaño real es mucho más pequeño de lo que se creía.
Contrario a lo que muchos pensaban, basados en las representaciones ficticias, el Melanocetus johnsonii generalmente alcanza un tamaño de solo 15 centímetros, según los estudios de National Geographic. En el caso del ejemplar encontrado en Tenerife, su tamaño era incluso menor, midiendo apenas seis centímetros.
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“De media, las especies rapes de la zona abisal como el diablo negro suelen medir unos 15 centímetros. Además, las hembras son mucho más grandes que los machos, y las diferencias no son solo de tamaño, sino también funcionales, ya que los machos parasitan a las hembras y se alimentan a través de ellas”, explica una publicación de la revista especializada.
El pez negro murió
En cuanto a la causa de la muerte del pez, las primeras investigaciones sugieren que pudo haber estado relacionada con un cambio brusco en las condiciones del agua. Adaptado a las extremas presiones y bajas temperaturas del océano profundo, el pez podría no haber soportado el cambio a las aguas más superficiales. Las corrientes inestables, los cambios de temperatura y las posibles enfermedades podrían haber debilitado al animal, llevándolo a ascender hacia la superficie en busca de un refugio.
Este hallazgo pone en evidencia las dificultades que enfrentan las especies que habitan en ambientes tan extremos como los abismos marinos.
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