Los precios del petróleo aumentaron este miércoles después de dos días de caídas.
Debido al estancamiento de las negociaciones para un alto el fuego en Gaza, lo que renovó la incertidumbre sobre la seguridad del suministro desde Oriente Medio y contrarrestó una acumulación de inventarios de crudo mayor de lo esperado en Estados Unidos.
Los futuros del crudo Brent subieron 30 centavos, o un 0.3%, a 89.72 dólares por barril a las 10:10 GMT, mientras que los futuros del crudo estadounidense West Texas Intermediate (WTI) ganaron 29 centavos, o un 0.3%, a 85.52 dólares.
Hamás declaró el martes que una propuesta israelí sobre un alto el fuego en la guerra de Gaza no satisfacía las exigencias de las facciones militantes palestinas, pero que estudiaría más a fondo la oferta y entregaría su respuesta a los mediadores.
Si el conflicto continúa, se corre el riesgo de que se impliquen otros países de la región, en particular Irán, que respalda a Hamás y es el tercer mayor productor de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
Mientras tanto, las existencias de crudo en Estados Unidos aumentaron la semana pasada en 3.03 millones de barriles, según fuentes del mercado que citaron cifras del Instituto Americano del Petróleo (API). Los analistas esperaban un aumento de 2.4 millones de barriles.
El gobierno estadounidense elevó su pronóstico para la producción de crudo del país, esperando un aumento de 280,000 barriles por día a 13.21 millones de barriles por día en 2024. La Administración de Información de Energía de Estados Unidos (EIA) mejoró también su previsión de crecimiento de la demanda para los dos últimos años.
En otro desarrollo, el comandante de la armada de la Guardia Revolucionaria de Irán afirmó que podría cerrar el estrecho de Ormuz si lo considera necesario. Alrededor de una quinta parte del volumen del consumo mundial total de petróleo pasa diariamente por el estrecho.
Además, Fitch recortó hoy a negativa de su perspectiva sobre la calificación crediticia soberana de China, citando riesgos para las finanzas públicas, ya que la economía se enfrenta a una creciente incertidumbre en su cambio hacia nuevos modelos de crecimiento.