El Papa Francisco hizo un llamado urgente desde la plaza de San Pedro para evitar una escalada mayor del conflicto en Medio Oriente, especialmente después del reciente ataque perpetrado por las fuerzas iraníes contra Israel. Expresando su preocupación por la situación, el sumo pontífice instó a la comunidad internacional a intervenir como mediadora de paz.
El papa Francisco, en sus declaraciones después del rezo del Regina Coeli, expresó su profunda preocupación por la guerra en curso en la región y solicitó la detención de todas las acciones que puedan alimentar la violencia, con el riesgo de desencadenar un conflicto aún más grave. Enfatizó la importancia de no amenazar la existencia de otros y abogó por el cese del fuego en Gaza.
El pontífice también abogó por el diálogo y la fraternidad entre las naciones, instando a todas las naciones a trabajar por la paz y ayudar tanto a israelíes como palestinos a vivir en dos estados vecinos, lado a lado, en seguridad. Asimismo, expresó su deseo de que se ponga fin al sufrimiento de la población afectada por la catástrofe humanitaria en la región y se libere a los rehenes secuestrados.
El llamado del Papa se produce en un momento de máxima tensión en Oriente Medio después del reciente ataque de Irán a Israel, que involucró el lanzamiento de más de 300 drones y misiles. Aunque no hubo víctimas, este incidente representa una escalada significativa en el conflicto en la región.
El Papa Francisco reiteró su llamado a la paz y la fraternidad entre las naciones en medio de la creciente tensión en Medio Oriente, instando a la comunidad internacional a tomar medidas urgentes para evitar un mayor derramamiento de sangre y sufrimiento en la región.