- El sistema judicial de El Salvador impone penas de más de 160 años a miembros de la pandilla Barrio 18.
- Los crímenes por los que fueron sentenciados incluyen homicidio, secuestro y privación de libertad, cometidos entre 2014 y 2017.
- La sentencia se da en medio de la estrategia del Gobierno contra las pandillas, que incluye el régimen de excepción.
Detalles de las condenas
La Fiscalía de El Salvador informó que nueve miembros de la pandilla Barrio 18, facción Sureños, fueron condenados por delitos graves, incluyendo homicidio, secuestro y privación de libertad. Las penas varían entre 62 y 164 años de prisión. Cipriano Varela recibió la pena más alta, 164 años, mientras que Vidal Hernández y Miguel Marroquín fueron sentenciados a 162 años cada uno. Otros miembros, como Walter Cedillos, recibieron 122 años.
También fueron sentenciados José Lovo, Carlos Navarrete, Josué Torres, Jimmy Pereira y Antonio Mejía, con penas que varían entre 62 y 117 años. Las sentencias son el resultado de crímenes cometidos entre 2014 y 2017, según detalló la Fiscalía.
El contexto de los delitos
Las investigaciones que llevaron a estas condenas comenzaron después de un caso de secuestro que se reportó a las autoridades. En el juicio, se presentó evidencia que mostró las áreas de operación de los pandilleros, involucrados en secuestros, homicidios y robos.
El tribunal que dictó las condenas fue el Segundo Tribunal contra el Crimen Organizado, ubicado en la ciudad de San Miguel, en el oriente del país.
El régimen de excepción y sus consecuencias
Este juicio se produce en el contexto del régimen de excepción, una medida adoptada en marzo de 2022 por el Gobierno de Nayib Bukele. La medida suspendió varias garantías constitucionales con el objetivo de combatir la violencia de las pandillas. Desde su implementación, el Gobierno ha realizado más de 81,900 arrestos, aunque varias organizaciones han denunciado violaciones a los derechos humanos, como detenciones arbitrarias y torturas.
A pesar de las críticas, el régimen de excepción sigue siendo una de las principales estrategias del Gobierno para enfrentar la violencia. Además, el régimen ha sido clave para la reelección de Bukele, a pesar de que la Constitución prohíbe la reelección inmediata.