Los países emergentes que forman parte del G20 están adquiriendo cada vez más influencia en la economía global.
Especialmente China, seguida de India, Brasil, Rusia y México, según destacó el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Estas economías emergentes, que incluyen a Arabia Saudita, Argentina, Brasil, China, India, Indonesia, México, Rusia, Sudáfrica y Turquía, han duplicado su participación en el comercio mundial y la inversión extranjera directa, representando ahora un tercio del producto interno bruto (PIB) mundial.
El FMI reconoció que los efectos de los shocks internos en los mercados emergentes del G20 han aumentado en las últimas dos décadas y ahora son comparables a los de las economías avanzadas. Una disminución de la productividad en estos países puede afectar la producción mundial tres veces más que en el año 2000.
China juega un papel crucial en estos efectos de contagio, ya que una desaceleración en su economía podría tener un impacto significativo debido a su papel como potencia manufacturera y su alta integración en los mercados globales. En América, los shocks de China y México son importantes, particularmente en América Central y del Norte.
El FMI señaló que el creciente papel de los mercados emergentes del G20 significa que estos países también pueden contribuir a sostener la economía mundial. Una aceleración del crecimiento en estos países podría generar efectos de contagio globales positivos e impulsar el crecimiento mundial en medio punto porcentual.
En cuanto a la competencia entre países con salarios bajos, como China y México, el FMI destacó que estos países pueden desencadenar reasignaciones significativas de la actividad económica entre países y sectores, especialmente en sectores que dependen en gran medida de proveedores extranjeros, como textiles y productos químicos.