El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas ha emitido una exigencia de alto al fuego inmediato entre Israel y los militantes palestinos de Hamás, junto con la liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes. Esta resolución fue aprobada después de que Estados Unidos se abstuviera en la votación.
La votación contó con el apoyo de los 14 miembros restantes del Consejo, mientras que Estados Unidos, que previamente había utilizado su derecho de veto para proteger a Israel, optó por abstenerse en esta ocasión.
Esta medida se produce en medio de la creciente presión mundial por una tregua en la guerra de casi seis meses en la Franja de Gaza, que ha cobrado la vida de más de 32 mil palestinos.
La resolución también subraya la urgente necesidad de ampliar la ayuda humanitaria y reforzar la protección de los civiles en toda la Franja de Gaza, así como la exigencia de levantar todas las barreras para la prestación de ayuda humanitaria.
Estados Unidos había vetado previamente tres proyectos de resolución del Consejo sobre la guerra de Gaza, pero en esta ocasión optó por abstenerse, permitiendo así que la resolución fuera aprobada.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, amenazó con cancelar el viaje a Washington de una delegación si Estados Unidos no vetaba la resolución.
Rusia y China también han vetado proyectos de resolución estadounidenses sobre el conflicto en el pasado.
El Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, instó a la implementación de la resolución, advirtiendo que el fracaso en hacerlo sería imperdonable.
La situación en la Franja de Gaza sigue siendo tensa, y la comunidad internacional continúa buscando soluciones para poner fin al conflicto y proteger a los civiles afectados.