Un revolucionario centro europeo de tecnología de transporte ha abierto sus puertas en Veendam, Holanda, marcando un hito en el avance hacia el transporte ultrarrápido.
El centro cuenta con un tubo de acero de 420 metros de longitud, ubicado junto a la vía del ferrocarril, que será el epicentro de las pruebas para esta innovadora tecnología.
Hyperloop, una visión pionera de Elon Musk, implica cápsulas que flotan sobre campos magnéticos y viajan a velocidades asombrosas en tubos de baja presión. Aunque el concepto original de Musk prometía un viaje de 30 minutos entre Los Ángeles y San Francisco, su implementación en el mundo real ha sido más lenta de lo esperado.
“Siento que para el 2030 tendremos la primera ruta de Hyperloop, posiblemente de 5 kilómetros, donde los pasajeros podrán viajar”, comentó Sascha Lamme, director del centro. “Ya se están haciendo preparativos para este tipo de rutas en países como Italia y la India”.
A pesar de estas proyecciones optimistas, no todos están convencidos del potencial del Hyperloop. Algunos críticos argumentan que la construcción es demasiado costosa y que se debería priorizar la inversión en infraestructura básica.
No obstante, Lamme invita a los escépticos a visitar el centro y ver de primera mano cómo funciona esta tecnología revolucionaria. El tubo de pruebas está compuesto por 34 secciones de 2,5 metros de diámetro y utiliza una bomba de vacío para reducir la presión interior, permitiendo que las cápsulas se desplacen a altas velocidades.