Las fuerzas israelíes llevaron a cabo un nuevo asalto al principal hospital de la Franja de Gaza, alegando que milicianos de Hamás se habían reagrupado dentro del recinto y estaban llevando a cabo ataques desde allí. Según funcionarios palestinos, decenas de miles de personas, incluidos pacientes, personal médico y refugiados, se encontraban dentro del hospital en el momento del asalto.
Mientras tanto, la agencia alimentaria de la ONU emitió una advertencia sobre una “hambruna inminente” en el norte de Gaza, donde se estima que hasta 200.000 personas enfrentan una situación de hambre catastrófica. El Programa Mundial de Alimentos destacó que una nueva escalada del conflicto podría poner en riesgo la vida de casi la mitad de la población de Gaza.
El asalto al hospital se produce en medio de un conflicto prolongado que ya lleva seis meses en curso. Israel ha acusado repetidamente a Hamás de utilizar hospitales y otros edificios civiles para proteger a sus combatientes, lo que ha llevado a varios ataques a instalaciones médicas desde el inicio del conflicto.
Según informes, los combates continúan en Gaza, con la mayoría de los centros médicos cerrados debido a la falta de suministros y combustible. Decenas de personas mueren y resultan heridas diariamente en los bombardeos israelíes.
La situación humanitaria en Gaza se agrava día a día, con la mayoría de la población luchando por conseguir alimentos y suministros básicos. La ONU y los grupos de ayuda han instado a Israel a facilitar la entrada de ayuda humanitaria y a suavizar las restricciones para abordar las crecientes necesidades de la población gazatí.