México, 19 de octubre de 2021.- Olga Sánchez Cordero, presidenta del Senado, afirmó que en estos tiempos ya no hay cabida para la política prohibicionista porque México es el país de las libertades y aclaró que la regulación y utilización de la cannabis debe ir más allá de uso lúdico.
Al inaugurar la exposición “Cannabis, más allá del uso lúdico”, la ex secretaria de Gobernación aclaró que lo que pretende la Cámara Alta en los próximos meses es la regulación más no la legalización de la marihuana.
Aclaró que cuando no se regulan algunos aspectos sociales, científicos e innovadores, es muy probable que surjan conductas irregulares y hasta ilícitas.
Por eso resaltó la importancia de regular el consumo de cannabis.
Dijo que insistirá en que esta regulación de la marihuana, esté acompañada de una visión de derechos humanos y, sobre todo, también de una visión de justicia social que esté por encima, por mucho, de su comercialización.
Resaltó que la política que se quiere construir va encaminada a eliminar el prohibicionismo y garantizar la seguridad y el consumo de cannabis a partir de una debida reglamentación.
“En estos tiempos ya no hay cabida para la política prohibicionista, somos el México de las libertades y el pueblo es consciente de ello, (…) hay que ver más allá, más allá de lo evidente y más allá del uso lúdico, aunque también está incluido para regular el uso y la utilización de la cannabis. (…) La ley se tiene que ir ajustando a la necesidades colectivas y tiene que hacerlo con flexibilidad, con pertinencia, con apego a una visión multidisciplinaria y amplia, tenemos que tener una mente amplia para ver los cambios que nos presentan día con día en las sociedades”.
Señaló que la política prohibicionista impuesta anuló cualquier investigación e innovación sobre la marihuana. Por ejemplo, el uso del cáñamo.
Afirmó que esta política prohibicionista generó dos consecuencias, que dan cuenta de su fracaso:
Una, el endurecimiento de las violaciones de los derechos humanos en todo el país a quienes producen o comercializan con la marihuana y la segunda, la criminalización de los sectores más vulnerables de la sociedad: campesinos y comunidades agrarias.
Aclaró que el uso lúdico de la marihuana sólo es una pequeña parte del potencial que requiere de regulación.
Señaló que hay que reflexionar sobre otros beneficios que traerá esta reglamentación, como el económico al generar cadenas de valor y el médico ya que la marihuana ha resultado eficaz para tratar algunos tipos de cáncer.