México, 1 de marzo de 2021.- David Colmenares, auditor superior de la Federación (ASF), declaró que no hay presiones ni mala fe en la cuantificación de los costos por la cancelación del aeropuerto en Texcoco.
Sin embargo, reconoció que hubo una discrepancia, que algunos consideran un error.
Al comparecer ante la Comisión de Vigilancia de la Auditoría Superior de la Cámara de Diputados, el auditor comentó que “pedirá el cese de cualquier servidor público del órgano de fiscalización que haya actuado con intereses personales o políticos al practicar las auditorías”.
Reiteró que la Auditoría es un ente apartidista y apolítico, que no confronta, ni mucho menos enfrenta a ningún gobierno.
El auditor insistió que “no hay ningún tipo de presiones ni de mala fe, si lo hubiera o hubiera algún comportamiento negativo, yo sería el primero en denunciarlo”.