El alcalde Eric Adams advierte a los ciudadanos de Nueva York que no subestimen la magnitud de la tormenta. “Debemos permitir que la madre naturaleza siga su curso”, declaró. “Nuestro objetivo es mantener las carreteras despejadas, y recomendamos encarecidamente el uso del transporte público o, aún mejor, quedarse en casa”.
En otros lugares, como Connecticut, el gobernador Ned Lamont ha ordenado el cierre de todos los edificios del poder ejecutivo durante el día.
Además, el Departamento de Transporte de Pensilvania ha reducido temporalmente el límite de velocidad en varias carreteras interestatales a 72 km/h (45 mph) en la región centro-este del estado debido a la tormenta.
Se pronostican acumulaciones significativas de nieve, con 20 centímetros (8 pulgadas) o más, en los suburbios del norte de la ciudad de Nueva York, Connecticut, el sureste de Massachusetts y Rhode Island, según el Servicio Meteorológico Nacional. Se esperan ráfagas de viento de hasta 100 km/h (60 mph) frente a la costa de Massachusetts y 65 km/h (40 mph) en partes del interior del sur de Nueva Inglaterra.
Ante estas condiciones climáticas adversas, la alcaldesa de Boston, Michelle Wu, aseguró que los refugios para personas sin hogar permanecerían abiertos.