El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, pidió al Congreso de Estados Unidos que envíe armas más rápido para luchar contra Hamás. Dijo que con más armas, Israel podría “terminar el trabajo más rápido” y aseguró que no ocuparán Gaza con asentamientos.
Propuso que, después de la guerra, Gaza sea una zona desmilitarizada administrada por palestinos, pero con control militar israelí. No mencionó la formación de un gobierno unificado para Gaza y Cisjordania ni la creación de un estado palestino.
Netanyahu destacó la importancia de la alianza entre Estados Unidos e Israel, afirmando que “cuando estamos juntos, ganamos y ellos pierden”. Fue recibido con aplausos de los legisladores republicanos, aunque algunos boicotearon su intervención.
Describió el conflicto en Oriente Medio como una lucha entre “la civilización y la barbarie”, enfrentando a quienes “glorifican la muerte” contra quienes “santifican la vida”. Aseguró que “vamos a ganar”.
Netanyahu también criticó a los manifestantes en Estados Unidos que protestan contra la guerra en Gaza, llamándolos “idiotas útiles” de Irán, que según él, financia estas protestas. Dijo que “cuando los tiranos de Teherán los elogian y financian, se han convertido en sus idiotas útiles”.
Agradeció el apoyo del presidente Joe Biden, describiéndolo como un “sionista irlando-estadounidense”. Recordó el viaje de Biden a Israel después del ataque de Hamás el 7 de octubre de 2023, en el que murieron alrededor de 1.200 personas y otras 200 fueron secuestradas, lo que provocó la guerra actual en Gaza.
Aunque Estados Unidos es el mayor aliado y proveedor de armas de Israel, ha criticado los bombardeos israelíes en zonas densamente pobladas y las restricciones a la ayuda humanitaria en Gaza. El discurso de Netanyahu recibió varias ovaciones, aunque algunos legisladores asistieron con camisetas que pedían un alto el fuego en Gaza, donde han muerto cerca de 40.000 personas.