Con las elecciones presidenciales en Estados Unidos a solo un mes, hay nerviosismo en la frontera sur de México. Activistas y migrantes temen que se forme un “tapón migratorio” por políticas más estrictas en Norteamérica.
Defensores de derechos de los migrantes en Tapachula, la ciudad más grande en la frontera con Centroamérica, están preocupados por la posibilidad de que Donald Trump regrese a la presidencia. También temen que el actual presidente, Joe Biden, continúe con sus políticas restrictivas. Luis García Villagrán, director del Centro de Dignificación Humana, dijo que esto podría resultar en más deportaciones y la criminalización de la migración, afectando a niños y mujeres.
Donald Trump se enfrentará el 5 de noviembre a la vicepresidenta Kamala Harris, quien planea aumentar la seguridad fronteriza y limitar las solicitudes de asilo. Pascual Necochea Valdez, líder de la Confederación Patronal de la República Mexicana en Chiapas, mencionó que la victoria de Harris podría incentivar aún más la migración desde Centro y Suramérica, lo que causaría más congestionamiento en Tapachula.
Aunque las detenciones de migrantes en la frontera de EE. UU. han disminuido un 66 % desde diciembre, la migración irregular a través de México aumentó un 193 % en la primera mitad del año, superando las 712,000 personas.
Los migrantes en Tapachula enfrentan un futuro incierto. Omar Antonio Pérez, un venezolano, espera junto a su familia para cruzar a EE. UU. a través de la aplicación ‘CBP One’. Expresó su deseo de encontrar una oportunidad, a pesar de los peligros en la ruta migratoria.
Nelson Fernández, otro migrante, destacó que el flujo de personas ha crecido, con miles llegando cada semana, pero muchos están estancados en espera de sus documentos. Pidió al Gobierno de México que les ayude a avanzar antes de las elecciones en EE. UU., ya que teme que el regreso de Trump dificultará aún más su paso.