En un giro inesperado, Rossana Reguillo, directora de Signa Lab y participante en el proceso de selección de preguntas para el primer debate presidencial, decide retirarse ante acusaciones de afinidad con la oposición. La representación de Morena ante el INE cuestionó la imparcialidad de Reguillo, llevando a una serie de acontecimientos que han generado polémica en el proceso electoral.
Durante la sesión extraordinaria del Consejo General del INE, la consejera Carla Humphrey, presidenta de la Comisión Temporal de Debates, comunicó la retirada voluntaria de Rossana Reguillo, quien tomó esta decisión para despejar el horizonte del proceso y evitar más controversias. La directora del Departamento de Signa Lab del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores y de Occidente (ITESO) estaba designada para participar en la selección de las preguntas del debate presidencial.
La propuesta de Morena para que el INE asumiera la responsabilidad de la selección fue rechazada por falta de herramientas digitales y experiencia en ese ámbito. La consejera Humphrey destacó que la institución académica era una elección acertada, pero con la retirada de Reguillo, la propuesta de Morena perdió su fundamento.
La controversia se desató cuando Sergio Gutiérrez Luna, representante de Morena, argumentó que Rossana Reguillo mostraba una preferencia política hacia la oposición, citando mensajes críticos en redes sociales, como uno donde cuestiona las estrategias de comunicación de la denominada cuarta transformación.
Este episodio resalta la importancia de la imparcialidad en el proceso electoral y cómo las controversias pueden afectar incluso la organización de eventos como los debates presidenciales. La decisión de Rossana Reguillo de retirarse busca preservar la transparencia en el proceso, aunque plantea nuevos retos para el INE en la selección de preguntas.