En el marco de la ceremonia de toma de protesta y entrega de distintivos a nuevos jueces y magistrados del Poder Judicial de la Federación, el ministro Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena subrayó la importancia de que el Poder Judicial mantenga su independencia y no ceda a presiones externas.
Gutiérrez Ortiz Mena enfatizó que el Poder Judicial “no está destinado a complacer a mayorías o al poder en turno, sino a la Constitución”. Dirigiéndose a los recién nombrados jueces y magistrados, indicó que su papel implicará no solo resolver casos complejos entre particulares, sino también abordar tensiones políticas entre poderes, ejerciendo como un contrapeso necesario.
En sus palabras, el ministro resaltó la duración de los cargos judiciales, que no sigue los tiempos de otros poderes, y subrayó la necesidad de administrar justicia de manera fundamentada y razonada, incluso en las situaciones más complejas del Estado democrático de Derecho.
El ministro instó a los jueces y magistrados a tener presente dos principios rectores en su actuar diario: la imparcialidad al impartir veredictos y la independencia con respecto a otras instituciones, partes y otros poderes. Destacó que la función judicial implica tomar decisiones basadas en la interpretación justa de la Constitución, no necesariamente siguiendo la decisión más popular o política, subrayando así la naturaleza del Poder Judicial como árbitro y contrapeso.
Gutiérrez Ortiz Mena concluyó señalando que la autoridad moral del Poder Judicial es un bien público que va más allá de sus miembros individuales y que, al mantener la confianza del público, se disuaden alternativas no institucionales para cuestionar decisiones de otros poderes. En el diálogo con otros poderes, resaltó la importancia de participar en un diálogo democrático, siempre defendiendo los derechos humanos como límites claros e indisponibles.