Decenas de miles de personas salieron a las calles este sábado en Israel para exigir un acuerdo de alto el fuego con Hamás que permita la liberación de los rehenes capturados. La manifestación más grande se realizó en Tel Aviv, donde los organizadores esperaban reunir a unas 400,000 personas tras una semana de protestas y huelgas.
En las últimas semanas, la presión sobre el Gobierno de Benjamín Netanyahu ha aumentado, especialmente después del hallazgo de seis rehenes muertos en Gaza. Los cuerpos fueron encontrados en un túnel en Rafah, y las autopsias confirmaron que habían sido ejecutados por Hamás.
La sociedad israelí culpa al Gobierno por no haber alcanzado un acuerdo de alto el fuego antes, lo que pudo haber evitado las muertes. En Jerusalén, manifestantes se concentraron frente a la residencia del primer ministro, exigiendo el fin de la guerra y una nueva huelga general para presionar por la liberación de los cautivos.
Actualmente, de los 251 rehenes secuestrados en octubre, 97 siguen cautivos, mientras que 33 han sido confirmados muertos.