El presidente argentino, Javier Milei, expresó en una entrevista su profundo desprecio por el Estado, al que considera como “el enemigo” y “una asociación criminal”. Según Milei, el Estado utiliza el método del robo a través de los impuestos, mientras que en el mercado se utiliza la inversión y el comercio. Además, calificó al comunismo como “una enfermedad del alma”, destacando los horrores cometidos en nombre de esta ideología.
Milei, quien se describe como anarcocapitalista, señaló que su entrada en la política se debe a la necesidad de dinamitar el sistema desde adentro para generar cambios. También criticó a los socialistas que, según él, son “comunistas cobardes” que buscan alcanzar sus objetivos a largo plazo.
En cuanto a su relación con el papa Francisco, Milei reconoció que ha reconsiderado algunas de sus posiciones y ha comenzado a construir un vínculo positivo con él, reconociendo la importancia del Papa como líder de los católicos en el mundo y en Argentina, un país con profundas raíces católicas.
El presidente argentino destacó la necesidad de devolver el poder y la libertad a los argentinos a través de reformas estructurales, así como avanzar hacia estructuras de mercado más competitivas.