En un dramático episodio cerca de la capital del estado de Chiapas, México, presuntos agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) intentaron detener a una veintena de migrantes venezolanos. Estos migrantes, liberados un día antes por las autoridades del INM, denuncian que el intento de detención tiene como objetivo despojarlos de su dinero.
A solo seis kilómetros de la capital, los agentes federales lograron detener a cinco de los migrantes, mientras intentaban forzar a otros. Sin embargo, la resistencia numérica de los migrantes prevaleció, y los cinco detenidos lograron escapar, dirigiéndose hacia el municipio de Arriaga.
Los migrantes afectados relatan que, el pasado 25 de febrero, las autoridades migratorias intentaron detenerlos por segunda vez, acusándolos de falta de fondos. Según testimonios, aquellos que pueden pagar son dejados en libertad, mientras que quienes no tienen dinero son detenidos y presuntamente extorsionados.
En un diálogo con los migrantes, estos expresan su descontento y denuncian la situación, afirmando que no desean quedarse en México, pero son objeto de tratos injustos por parte de las autoridades migratorias. Las denuncias incluyen intentos de extorsión y repetidos intentos de detención, generando preocupación e indignación entre la comunidad migrante.
Este incidente arroja luz sobre los desafíos y las presuntas irregularidades que enfrentan los migrantes venezolanos en su tránsito por México, destacando la vulnerabilidad de este grupo ante posibles abusos por parte de las autoridades migratorias.