Hoy se conmemoran 18 años de una tragedia que marcó la región carbonífera de Coahuila, al norte de México. Alrededor de las 02:00 horas del 19 de febrero de 2006, una explosión por acumulación de gas metano en la mina 8 de la Unidad Pasta de Conchos dejó atrapados a 65 de los 73 mineros que laboraban en el tercer turno, convirtiéndose en una de las peores catástrofes mineras en la historia del país.
Ubicada en el municipio de San Juan de Sabinas, la mina pertenece a Grupo México, cuyo propietario, Germán Larrea, ostenta el título de segundo hombre más rico del país con una fortuna valuada en 35 mil 900 millones de dólares en 2024. Paradojicamente, las labores de rescate fueron responsabilidad de la misma empresa que había mantenido a los trabajadores en condiciones deplorables. En abril de 2007, la compañía suspendió las operaciones después de recuperar solo dos cuerpos, alegando riesgos para los rescatistas.
A lo largo de estos años, solo se han recuperado dos cuerpos de los 65 mineros atrapados. A pesar de que la Secretaría de Fomento Económico de Coahuila afirmó que Pasta de Conchos era una mina “tecnificada y segura”, informes previos denunciaban condiciones precarias. El Equipo Nacional de Pastoral Laboral había alertado sobre la falta de ventilación, ausencia de equipos de seguridad, salarios mínimos y el trabajo en minas semi-clandestinas.
El Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública (CESOP) documentó imágenes del interior de la mina, revelando vigas deformadas y túneles en condiciones precarias sin medidas de protección. Además, se encontró equipo eléctrico prohibido por la normativa mexicana.
A lo largo de tres sexenios, la promesa de rescate ha persistido, desde Vicente Fox hasta Andrés Manuel López Obrador. Sin embargo, ninguna administración ha logrado recuperar los cuerpos de los 63 mineros fallecidos. La mina cerró en noviembre de 2018, sellando la entrada para evitar riesgos de explosiones. A pesar de las denuncias y el dolor de las familias, Germán Larrea permanece impune.
El 13 de febrero de 2024, la organización Familia Pasta de Conchos denunció la cancelación de los trabajos de rescate, generando indignación en las redes sociales. Aunque el presidente AMLO no se pronunció en el 18 aniversario de la tragedia, las familias continúan su lucha, exigiendo justicia y rescate en el Antimonumento +65 en Paseo de la Reforma, como un recordatorio permanente de su reclamo.