En un movimiento innovador, máquinas expendedoras de municiones han sido instaladas en supermercados de Alabama, Oklahoma y Texas, permitiendo a los clientes comprar balas junto con productos diarios como leche.
American Rounds ha introducido esta tecnología, que utiliza escáneres de identificación y reconocimiento facial para garantizar transacciones rápidas y seguras. La empresa asegura que estas máquinas son tan fáciles de usar como una tableta y cumplen con estrictas medidas de seguridad, incluyendo verificación de edad, más rigurosa que muchas ventas en línea o en tiendas físicas.
“Estamos comprometidos con la Segunda Enmienda y la tenencia responsable de armas”, comentó Grant Magers, CEO de American Rounds. Sin embargo, críticos expresan preocupaciones sobre la normalización de la venta de municiones en entornos cotidianos, en un país con alta incidencia de violencia armada.
Estas máquinas se suman a otros métodos de venta de municiones, buscando satisfacer la demanda en comunidades rurales donde las tiendas especializadas son escasas. Las primeras máquinas ya están operativas, con planes de expansión a más localidades en las próximas semanas.
La iniciativa ha generado un intenso debate sobre la seguridad y regulación de la venta de municiones en entornos de consumo habitual, como supermercados y tiendas de comestibles.